La solución se llama Active Wave Focusing

Encontramos una especie de vacío legal en la acústica que nos permitió hacer que un altavoz pequeño pero direccionable fuese posible - sólo es necesario tener suficientes drivers y alimentarlos con la cantidad exacta de señal. Los THREE poseen un total de seis drivers, frontales, laterales y traseros, trabajando juntos para proyectar el sonido en una dirección sin depender de un baffle. La capacidad que tienen los THREE para direccionar los graves es comparable, pero mucho mejor controlada, que la de un altavoz tradicional de grandes dimensiones.

Entrevista con su

Diseñador Bruno Putzeys

Imbatible en su categoría

Los THREE son los primeros altavoces compactos que exceden la claridad que aportan grandes sistemas en grandes salas, lo que los hace perfectos para entornos mucho más modestos. De hecho, las salas de escucha de menor tamaño se beneficiarán en gran medida de la tecnología de control de graves de los THREE, adaptándose mucho mejor a las salas pequeñas que otros altavoces.

¿Cómo funcionan los filtros Active Wave Focusing?

Los filtros Active Wave Focusing se desmarcan completamente de los filtros crossover clásicos. En lugar de dividir únicamente la señal en diferentes bandas, este sistema, gracias a los drivers posicionados de forma especial, hace que se cree una onda totalmente coherente que es emitida hacia el frente como si fuera proyectada tan solo por el cono de medios.

Con los filtros crossover clásicos, un altavoz únicamente puede tener una respuesta de impulso alineada al eje principal. Si nos fijamos en la imagen, las dos animaciones de la izquierda muestran una onda emitida por un típico altavoz moderno de tres vías. Este ejemplo se ha recortado por encima de 250Hz, alineado en el tiempo y ecualizado su fase. Aunque la onda que viaja hacia el punto de escucha es coherente, por la parte trasera y laterales, la imagen se rompe y la respuesta de impulso se presenta completamente embarrada. Además, las frecuencias graves son emitidas en todas direcciones. En una sala real, como la de la animación de abajo a la izquierda, el sonido que se proyecta hacia atrás, golpeará la pared que se sitúa detrás del altavoz reflejando la onda hacia el punto de escucha desde donde se percibirá el sonido del altavoz dos veces: una que proviene desde el frontal del altavoz y otra un poco más tarde que proviene de la reflexión en la pared. Separar el altavoz de la pared no ayudará puesto que aunque el balance de graves parezca mejor, la respuesta de impulso se empeora debido a que la reflexión ahora llega más tarde al punto de escucha.

Las animaciones que aparecen en la parte derecha de la imagen, muestran como el Active Wave Focusing mantiene una linealidad temporal alrededor de todo el altavoz y cómo la presencia de la pared trasera al altavoz no tiene ningún tipo de impacto. Desde el punto de vista sonoro, el resultado son unos graves sorprendentemente definidos. Incluso en salas problemáticas, el bombo tiene ese sonido seco que antes solo se lograba con altavoces empotrados de gran tamaño.

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